Acto de la Asociación de Mujeres Antifascistas (AMA) en Madrid (mayo de 1936)
Las edades extremas de estas mujeres se situaron entre los 14 y los 67 años. La franja de edad más documentada se ubicó entre los 20 y los 30 años. En relación con la edad, se ha de tener presente que el servicio militar obligatorio para los varones empezaba a los 21 años.
Cristina, madrileña y de profesión modista (agosto de 1936). Autor: Walter
Los orígenes sociales de las voluntarias se corresponden con todos los estratos: algunas eran analfabetas y otras tenían formación superior; se habían divorciado, estaban casadas o eran solteras; podían relacionarse exclusivamente con cuestiones domésticas, ser profesionales cualificadas, trabajar en las fábricas, ser campesinas, o realizar trabajos temporales sin cualificación.
El perfil político es amplio: estas mujeres estaban vinculadas orgánicamente a grupos anarquistas o comunistas, pero también a socialistas, republicanos, vascos o catalanistas. Como sucede con los varones, la afiliación política de las combatientes femeninas adquiere un peso determinante a la hora de analizar la deriva del conflicto. Hasta la fecha, existía la percepción de que solo las organizaciones obreras más radicales habían aportado combatientes femeninas.
Cientos de mujeres de otros países acudieron a combatir en España
El origen geográfico parece que se corresponde con los núcleos de población urbana, feudo de las instituciones republicanas y de las organizaciones obreras. Es plausible pensar que este escenario favoreció la puesta en práctica de nuevas relaciones sociales y la emancipación de la mujer, especialmente en las ciudades de Madrid y Barcelona.
Las voluntarias internacionales también fueron un grupo relevante. Cientos de mujeres de otros países acudieron a combatir en España.
Un grupo de mujeres se dirige a las casernas del 5º Regimiento para recibir instrucción (Madrid, agosto de 1936)
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